INTRODUCCIÓN
Qué buenos recuerdos al ver en esta primera foto a los "picudos". Chicho está totalmente dedicado al trabajo y el Negre ha colgado las botas definitivamente tras la Transpirenaica 3ªparte. ¡Que pena Negre! ¡190€ de botas que sólo se pone para labrar! nos contaba en la última comida de grupo. A excepción de los picudos, Luismi, Manu y yo iremos este año a Pirineos. El reto será ambicioso como siempre: "¡19 tresmiles de Ordesa!.
La idea era hacer una quedada en el campo de mis padres en Petrer a comer, pero antes había que ganarse la comida. La ruta que decidí requería logística de coches, ya que sería lineal. Dejaríamos un coche en el parking del inicio de la vía verde de Agost y el otro en el Pantanet en Petrer.
La ruta era muy completa: técnica, divertida, larga y física. Empezaríamos por la cresta del Maigmó, haríamos cumbre, descenderíamos al collado haciendo el Maigmonet, caseta vigilancia forestal, Alt de Guisó, cima de Planises, cima del Despeñador y descenderíamos por la crestería hacia el Pico del Fraire, no sin antes hacer la ferrata del Xorret de Catí, Pico el Fraire hasta el Pantanet. Como veis quedará una ruta muy completa.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
A primera hora de la mañana dejamos un coche en el Pantanet en Petrer y seguimos la carretera hasta el puerto del Xorret de Catí (por donde ha pasado la vuelta ciclista España varias veces) y fuimos con otro vehículo hasta el parking del inicio de la vía verde de Agost (frente gasolinera).
Empezamos a caminar poco después de amanecer por la antigua carretera de Agost - Castalla unos 200m hasta una curva donde hay un depósito de agua unos metros más arriba. Junto a éste y por su izquierda se busca el inicio de la cresta por una senda no definida. Unos 200m más arriba encontramos el inicio de la cresta, donde ya no habrá confusión.
Se trata de una cresta fácil y disfrutona, a tramos muy afilada y aérea sin pasar nunca de IIº. No es necesario más material que el casco, entendiendo que nos desenvolvemos con soltura en trepadas.
La roca es muy buena, con buena adherencia y sin piedras sueltas.
A los 100m de cresta nos encontramos con la primera dificultad. Un tramo afilado donde habrá que pasar a caballito.No tiene mucha altura pero cuidadín.
Día espectacular con amigos. Todos juntos a excepción de Santi, que por aquel entonces no se había integrado todavía en el grupo. Hoy, tras su accidente de Sierra Nevada se encuentra en fase final de recuperación poniéndose las pilas a tope. ¡Vas a dar miedo nen! ¡Te quiero pronto por estos lares!
Mi inseparable amigo y compañero de batallas: Luismi. El único que me ha seguido siempre.
He aquí al payasín del grupo: Chicho (picudo). Te echamos de menos. Deja de currar tanto y reserva un día para los amigos.
Aquí Manu de Onil, que en la actualidad ha arrebatado el título de marciano a Luismi. Está fuertísimo. Claro 10 años menos. Aunque todavía recuerdo verte atrás hace unos años antes que empezases a correr maratones de montaña. Ahora está crecidito, pero llegarán tus momentos de flaqueza y te animare.., digo humillaremos, jijijijiji
Una vez superada la cresta seguimos por terreno agreste con alguna trepadilla o destrepe ocasional hasta el collado del Balcón de Alicante.
En segundo plano el autor del blog con la cima del Maigmó al fondo.
En el collado del Balcón de Alicante. Ahora venía la primera meta volante del día.jejeje
Unos metros antes de la cima del Maigmó. El Negre en primer plano. Desgraciadamente ha colgado las botas. Echamos de menos también aquel rostro serio cuando sufrías como una perrica. Físicamente eres un portento, pero tienes un frenillo en el coco... ¡Lástima! ¡Me encantaban aquellas batallas picudas-campelleras!
En la cima del Maigmó.
Destrepando la cara norte hasta el collado de la Xao.
-¡200€ de ferralla en la mochila y... ¿cuándo la vamos a sacar ostiasss?!
-jajajaja, reíamos todos.
-Si, si. No entiendo por qué llevar peso pa no sacarlo.... ¡Como postureo está mu bien!
-Tranqui Negre, queda una sorpresita en el camino: La ferrata del Xorret de Catí.
-¡Me cago en la ostia!
-¡¿Qué pasa Negre?!
-¡¿Que qué pasa?! ¡Que arrastrando el culico como una perra, he roto las mallicas nuevas de Mizuno!
-jajajaja, reimos todos.
-¡Cabrones...!
Momento grande que no puedo dejar de comentar a pesar de algunos, jijijiji. Después del Maigmonet vino la segunda meta volante del día. Subiendo por la empinada senda hasta la caseta de vigilancia forestal, Manu me provocó...
-¡Jamones! ¡Estás haciendo tapón...!
-¡¿Qué?! Se me cruzaron los cables y me puse a tirar como una bestia. Sí, como allí en Pirineos cuando no me quitaba de encima a Mirella...
Empezaron las risas, pero pronto acabaron. Hubo silencio y tod@s quedaron sin aliento limitándose a subir uno detrás de otro sin ver más allá que los talones de las botas del que le precedía, menos mis taloles, jejeje. 100m les saqué de ventaja llegando a la caseta al límite de mis pulsaciones cardiacas, dando el grito de guerra por mi victoria. Fueron llegando sin resuello, algunos mordían al aire tomando aliento como en el caso del Negre. Jejejeje
Se puede apreciar en la foto su posición de mujer embarazada a punto de parir. Lo vi claro e hice un simple gesto a Luismi que entendió. Me puse detrás a hacer flexiones para no enfriarme mientras el Negre sufría como una perra. Chicho se percató de la jugada...
-¡Ahh Diosss! ¡Prepárate Negre la que nos espera!
-Jajajaja, reimos todos.
Tras subir el Alt de Guisot seguimos por la pista dirección Planises.
En la cima de Planises el Negre flaqueaba. El honor y la vergüenza quedaron en la cima del Maigmó.
-¡Negre! ¡¿Qué pasa ostia?!
- Haced las fotos que queráis. Me da igual...
- Jajajaja, reimos.
Con mejor cara ya, Manu nos hizo la foto de rigor en la cima a los picudos y el tandem Campellero.
Pasamos por el nevero y bajamos hasta la carretera de Petrer-Castalla. Sin parar seguimos hasta la cima del Despeñador a por nuestra tercera meta volante.
-¡A mí me la suda la cima! Os espero aquí. Dijo el Negre.
-Negre, venga va. Que no queda nada...
-¡Que paso!
El resto continuamos hasta la cima. Era la última ascensión del día. El resto era todo bajada.
En la cima del Despeñador.
¡Y míralo aquí el Negre! El que no podía más y subió conmigo dos veces seguidas la ferrata. Alguien dijo por ahí: ¡¿Hay huevos?!, y hubo que hacerla dos veces, no fuera que la ruta quedase mediocre. jejeje
Últimos metros de la ferrata durante nuestra segunda ascensión.
Descendimos por toda la crestería del Fraire, cuyo trazado es muy molesto para los tobillos hasta llegar al Pantanet. Aproveché para enseñarles la curiosa cueva del "Coño". Es obvio por qué ¿no?
Cogimos el coche y nos fuimos a la caseta de mis padres donde quedaba nuestra recompensa...
UNA GACHAMIGA
FIN
